Monday, September 01, 2008

Algunas lecturas de Odiseo

I El canto de Odiseo

Penélope siente orgullo al saber que Odiseo va a luchar como todo un héroe, sin embargo no querría jamás que en su viaje Odiseo se encuentre con las Sirenas, porque lo seducirán, lo llevarían a la perdición y seguramente ya no regresaría a casa. Pero Odiseo, que además de intrépido es sumamente inteligente, va a la guerra. Después de ganar sucede lo inevitable. La historia cuenta que ya de regreso de la guerra contra los troyanos, antes de pasar por la isla de las Sirenas, mandó a todos sus hombres a taparse los oídos con cera, a la vez de que también ordenó que a él lo atasen al mástil, (sin cera en los oídos). De acuerdo con esto Odiseo sería uno de los pocos mortales que han escuchado el canto de las Sirenas y ha vivido para contarlo. No obstante lo que dice el mito, Franz Kafka hace una variación con su relato "El silencio de las Sirenas". En él menciona que hay algo más terrible que el canto de las Sirenas: su silencio. El silencio, el no canto, la no respuesta de las Sirenas es su desprecio por Odiseo. Sin embargo, Odiseo, con su mirada puede hacer creer cualquier cosa a las Sirenas. Se deleita viéndolas lascivamente y con ello inaugura el placer perverso del voyeur y en ese mirar queda preso. Ahora bien, Odiseo no las ve con los ojos de su rostro sino con su pensamiento; borra a las sirenas de la realidad y las convierte en imaginación y en ella todo sucede. Se dice que Ulises era muy inteligente "que incluso los dioses del destino eran incapaces de penetrar en su fuero interno." Algunos saben que el canto es más hermoso cuando el silencio también es interpretado. Pero, ¿y qué esperan las Sirenas de Odiseo?: Esperan que cante.
II El bello ocultamiento

Los mitos no son aplicables a los tiempos en que los hechos narrados sucedieron sino únicamente al futuro. Los mitos griegos, y concretamente el poema épico "La Odisea", no nos muestra las actitudes que tenían los griegos, sino las actitudes que tenemos en la actualidad. Unicamente vemos lo que queremos y lo que podemos ver. La obra de arte no sólo muestra el mundo, sino que también lo oculta, lo disfraza, lo hace bello. Las obras son alegorías que encubren de una manera bella hechos y fenómenos que de otra manera nos parecerían abominables; son respuestas sublimes a preguntas y conductas humanas que en lenguaje denotativo resultarían chocantes, brutales, transgresoras y condenables. Toda obra descubre y a la vez cubre. Comúnmente escuchamos decir que "el poeta muestra nuevas realidades, nuevos mundos". En la historia está documentado uno a uno los "descubrimientos" pero no está documentado de la misma manera los ocultamientos. Recordemos que descubrir también significa quitar el velo que cubre a una cosa, pero si quitas un lienzo que cubra alguna cosa, ¿dónde pondrás el lienzo? Si le quitas el mantel a una mesa dónde pondrás el mantel. En efecto, se descubre la mesa, pero en algún lugar se colocará el mantel, y ese lienzo cubrirá algo, la mayoría de las veces, como sucede en la poesía al propio autor.

Uno de esos descubrimientos lo hizo Freud, mostró que el ‘complejo de Edipo’ está latente y opera en la parte ‘inconciente’ de la mente de los seres humanos. Por mí parte quiero hacer énfasis en el fenómeno diciendo que el ocultamiento es "conciente" ya que el no ocultar es peligroso para la cohesión social y el status moral. Parto del hecho de que el tabú es un fenómeno de conciencia con el cual se realiza éste fenómeno del ocultamiento. ¿Qué quiere esconder Edipo? ¿Qué quiere encubrir Ulises? ¿Qué oculta la imagen del héroe? Quiere esconder el Incesto, disfrazar relaciones más allá de lo aceptado por la sociedad, silenciar el parricidio, disimular la misoginia, camuflar el fratricidio, exculpar. De alguna manera la cultura actual se ha desarrollado con los imperativos del tabú, y en esta tradición donde el negar y ocultar significa salvarte ( sálvate y salva a los tuyos) El respeto al tabú evidencia que no importa si fracturas o no la tradición y la costumbre, mientras no lo digas, mientras no se sepa, mientras la mentira parezca una verdad, todo está bien, puedes continuar a salvo en la comunidad. La salvación implica permanecer en la comunidad, en una comunidad "sana. Por el contrario, develar es condenarte. Revelar el tabú significa que al romper una costumbre y mostrar la transgresión expones el debilitamiento de los seres más próximos a ti, la fragilidad de esa institución llamada familia y lo endeble de la comunidad. La principal condena del quebrantador es la exclusión social. Revelar la transgresión es traición, primero a la tradición, cualquier tradición y acto seguido a esa tradición no dicha: la tradición de ocultamiento, del bello ocultamiento.
Durante mucho tiempo se han interpretado a algunas obras griegas como muy sublimes y conceptuales, se les olvida, por ejemplo, que Parménides antes que ser filósofo era poeta y que el mundo del poeta no proviene de otro mundo sino de nuestro propio mundo. Y en el caso de Homero se nos ha insistido en que la importancia de su obra radica en la historia "heroica" de Odiseo, quien después de que sale de su patria a una guerra provocada por el rapto de Helena y ganar dicha contienda a los troyanos, regresa a su reino Ítaca y pasa por una serie de aventuras como combatir con cíclopes, lestrigones y otras clases de semidioses monstruosos, además de sortear peligros dignos sólo de hombre astutos y valerosos, de héroes. Sin embargo, otra historia diferente del mismo Odiseo está contenida en la obra, y ésta historia tiene una relación precisa con nuestra idea propuesta del "bello ocultamiento". Por tanto, "La Odisea" del poeta griego Homero contiene claramente el concepto aquí planteado y presenta además no la obediencia al tabú, sino su quebrantamiento, un quebrantamiento velado.

III Bella-aquería

El regreso a la patria aquea de Odiseo y su ejercito consisten primeramente en una serie de disparates por parte de sus hombres y de él mismo. Primero llegan, en un conjunto de doce naves, a Tracia y vilmente despojan a los cicones de sus bienes y de sus mujeres. Luego van al país de los Lotófagos (comedores de loto) donde ya entrados en su villanía y ávidos por probar sus manjares se engolosinan sin saber que tal comida hacía que perdieran la memoria, al parecer Odiseo no probó esos manjares. La peor travesura es cuando llegan a la tierra de los cíclopes donde sin más llegan a invadir la cueva hogar de Polifemo, y cuando llega Polifemo, al ver que a su acceso resulta que ya lo estaban obstruyendo se molesta y los ataca, total que en un acto mordaz, Odiseo daña al único ojo del cíclope, lo deja ciego y escapan, el cíclope invoca a su padre, Poseidon y éste, bastante irritado, provocará sucesivamente calamidades marinas a los viajeros. Después de este episodio "heroico" llegan a Etolia, donde vive el dios Eolo, dios del viento, quien obsequia una bolsa con aire para impulsar la embarcación a Odiseo, pero una vez en el mar, otra vez por la bellaquería de la tropa, al abrir la bolsa pensando que hay un tesoro, se provoca una tormenta que los regresa a Etolia. Le piden ayuda de neuvo a Eolo, pero éste, que ya advertía la bribonería de los aventureros se niega a auxiliarlos, por lo que los marinos se marchan un tanto molestos. La decadencia del ejercito aqueo comienza en la tierra de los antropófagos Lestrigones donde les destruyen once de las doce embarcaciones y a partir de aquí entra la "heroicidad" oculta que nos interesa de ese personaje mítico llamado Odiseo.

IV La fidelidad del héroe

En la solitaria nave que le quedaba de todo su ejercito, Odiseo llega a la isla de Eea donde habita Circe, una hechicera que conocía las cualidades de las hierbas y otras habilidades brujeriles como la metamorfosis de los hombres en animales. La casa de dicha maga es de piedra y está ubicada en un bosque, además de ser rondada por leones y lobos. Según esto, cuando Ulises, con sus tropas llegaron a la isla de Circe, ella les invitó a un banquete, pero al ver la patanería de ellos, les pone una pócima entre los alimentos con la cual transforma a los servidores de Odiseo en cerdos, pero él con la gracia de sus dioses, evadió ese embate. Al ver ese acto atrevido, ella se enamora del valiente e intenta convencerlo de que se quede con ella, que la ame, pero el paladín se niega, finalmente negocian y a cambio de que él se quedé un año con ella, la hechicera le indicará que ruta seguir para llegar a su tierra. Homero no lo dice, pero es evidente que ese año fue muy placentero para Odiseo y Circe, pues tuvieron tres hijos.

Cumplido el año pactado, Odiseo y sus marinos, vueltos otra vez a su forma humana, y con instrucciones de Circe, levan anclas y parten. Es la ocasión en que pasan por la isla de las Sirena. Según cuenta el texto de Homero, las sirenas, seres mitad aves, mitad mujer (aunque la imagen más extendida es otra: mitad pez y mitad mujer) tienen la peculiaridad de cantar tan hermosamente que embelesan a los hombres, y una vez caídos en ese canto alucinante, ellos se acercan a ellas ansiosos de los posibles deleites que les podrían proporcionar esos seres casi divinos, pero sus embarcaciones chocan en los arrecifes y los marinos que no fenecen por el impacto, al acercarse a la playa son devorados por ellas, por lo cual la playa cercana a donde las sirenas cantan blanquean con huesos y carnes putrefactas. Odiseo tiene pues su encuentro con las sirenas, claro que antes, siguiendo el consejo Circe, ordena a todos sus hombres taparse sus oídos con cera, a la vez de que ordena que a él, carente de cera, lo aten al mástil. Así logra sortear el delirante canto de las sirenas.
La aventura odiseana con seres femeninos continua. Después de las Sirenas habría un encuentro peligroso en el estrecho de Mesina que era resguardado por dos monstruos femeninos aterradores, de un lado Escila y del otro Caribdis. Ulises cruzo dos veces el estrecho. De ida paso por el lado de Escila y en el encuentro Odiseo perdió seis hombres. De regreso pasó del lado de Caribdis "Succionador"(succionadora, pues también era escencialmente femenina) y en esa acción el barco fue engullido y todos fueron victimados, excepto Odiseo quien después de que Caribdis regurgitara lo tragado se agarró al mástil de su embarcación barco y salió a flote.
Pero aún hay más, aferrado a su mástil llega a otra isla, Ogigia, donde habita la ninfa Calipso, "la que oculta". Calipso se muestra hospitalaria y le aloja en su cueva, le brinda con manjares, bebida e incluso su tálamo. La ninfa se enamora de él y al igual que Circe trata de convencerlo de que se quedé a vivir con ella, incluso le ofrece la inmortalidad si se queda a su lado, el no accede, sin embargo ella lo retiene durante 7 años, en los cuales, rodeado de placeres y comodidades engendran a cuatro hijos, luego el temerario personaje, deseoso de más aventuras, se enfada de tanta ternura por parte de Calipso y empezó a añorar a su antigua mujer: Penélope. Calipso, que por cierto siendo buena tejedora y ante cierta incredulidad y desconfianza de Odiseo le ayuda a hacer tela para hacer la balsa en la cual partiría su amado. El inquieto Odiseo se embarca de nuevo pero una vez más Poseidón hace que su pequeña embarcación naufrague. Leucótea, una diosa marina transformada en gaviota, le auxilia y le entrega un velo, ya que por alguna razón Odiseo estaba desnudo, y el se cubrió y que le mantuvo a flote hasta llegar a la isla de Esqueria, hogar de los feacios.
Odiseo, desnudo y agotado como estaba, llegó a la playa de Esqueria en la que un grupo de sirvientas lavaban ropas reales y otras, junto a la princesa feacia Nausícaa, jugaban pelota. La pelota cae al río y llega hasta donde está derrumbado y sin sentido Odiseo, que vuelve en sí con el delicado griterío femenino, se pone de pie, pero como está completamente desnudo las sirvientas se horrorizan, menos Nausica (que ciertamente casi todas las noches soñaba con desposarse con algún príncipe) quien permanece quieta. Él le habla con palabras pomposas, ella se impresiona y al instante se enamora de él. Fascinada, Nausica le brinda alimentos y vestido, luego le indica que sus padres pueden ayudarlo y lo conduce a su palacio, por supuesto con la secreta intención de casarse con él. Hay que decir que en la nación de los feacios el adulterio cometido por la mujer estaba castigado con la pena de muerte, así que Nausica le indica que debe llegar solo y pedirle a la reina, hospitalidad. Así lo hace Odiseo y es recibido, luego en un banquete cuenta sus aventuras al Rey Alcinoo, éste queda "impresionado" del valor del héroe y le ofrece la mano de su hija, Odiseo no acepta la proposición, pero a cambio de ello pide que se le asista para llegar a Itaca, su reino. Y así, después de estas aventuras, con Circe, las Sirenas, escila y Caribdis, Calipso, Leucótea y Nausica, el héroe "fiel" llega finalmente a su tierra, Itaca, donde su reina, Penélope, lo espera.

V La traición de la tradición

Como se ha podido observar, el bello ocultamiento consiste en que en esos encuentros de Odiseo con mujeres hay siempre una relación "amorosa" que disfraza la acción copulatoria. Shopenhauer decía que "el amor es una trampa de la naturaleza para reproducirse", que otorga determinadas características que no tienen que ver con la idea del amor y sí con lo meramente físico en el que ambos sexos que atraen a su contrario y entonces sucede la cópula y la reproducción.

En las figuras de Odiseo y Telémaco podemos apreciar fácilmente la estructura de un rito "de iniciacion" o "de paso". En ambos está la transición del adolescente al hombre, en los dos la transformación del hombre común al héroe. Recordemos que los ritos de iniciación o de paso son ceremonias cíclicas, en las que para convertirse en hombre, un muchacho tiene que lograr una prueba de valor que consiste en salir de la comunidad y enfrentarse con monstruos y posteriormente regresar a la comunidad con una marca o señal de esa lucha, una vez hecha la hazaña se ha dado el paso de adolescente a adulto o del hombre al héroe. En Odiseo la marca que lo confirma héroe la reconoce su esclava, dicha señal es una cicatriz en la rodilla que le hizo un jabalí cuando de niño se encontraba cazando en el monte Parnaso. En Telémaco, la señal de que la prueba a sido superada es la aparición de su propio padre, Odiseo. Pero esto es sólo el principio de la similitud entre uno y otro. Gracias a la ayuda de la diosa Atenea (astucia) Telémaco emprende el viaje, "sigue los pasos de su padre" y elude algunos peligros y "aventuras" muy parecidas a las de su progenitor. Al igual que Odiseo, Telémaco tiene amoríos con Calipso, también con Circe con quien procrea dos hijos: Latino y de Telégono y lo mismo con Nausícaa con quien tiene un hijo llamado Perséptolis. En cuanto a las mujeres monstruo, Sirenas, Escila y Caribdis, seguramente también tuvo algún encuentro ocasional con ellas. En resumen "seguir los pasos" evidencia que Telémaco al salir en busca de su padre lo que busca no es a su padre, sino a su propia imagen emulando a su padre. La estructura del rito se cumple tanto en Odiseo como en Telémaco.

En la mayoría de las obras literarias de la antigua Grecia, lo femenino tiene dos características básicas. Por un lado la mujer griega es más que nada un objeto pasivo, un tesoro en espera de ser tomado. Por otro lado, lo femenino que juega un papel activo en dichas obras por lo general es monstruoso. En los personajes femeninos activos de "La Odisea" conviven atributos abominables y cautivadores, la mayoría de ellas son monstruos, prostitutas y divinas. Esfinge y Sirenas que con su canto seducen, una hechicera, al parecer amante insaciable, una succionadora bulímica, una joven hermosa pero que todas las noches tiene fantasias, etc. etc…y todas ellas llevan a la perdición a los hombres. La asociación de éste tipo de seres femeninos con el mal es inevitable. Representan el Hetairismo, la prostitución, la monstruosidad, la perversión de costumbres, la roturas de tabúes. El engaño de Odiseo consiste en hacer creer que "el héroe es fiel", que no pertenece a nadie, y menos cuando ya eligió una vez, por eso el "afán" de regresar con Penélope a Ítaca; y ese "afán" los exime de sus relaciones anteriores con todos los monstruos femeninos: Circe, las Sirenas, escila y Caribdis, Calipso, Leucotea y Nausica.
Puesto que uno de los fundamentos de arte y de la poesía es la metáfora y la analogías, evidentemente en "La Odisea" hay un proceso analógico-metafórico, señalamos algunos casos.

El barco que simboliza el cuerpo del Hombre y el mástil el falo. Ulises tapó sus oídos con cera y se hizo encadenar al mástil de la nave. El mástil, es el falo, la nave es el cuerpo. ¡No más copulación! Parece decir Odiseo con ese acto. "Tras naufragar su barco" podría traducirse como "tras fracasar y ya no sentir placer corporal". Atenea, diosa de la sabiduría y la estrategia, puede ser sustituida por la astucia, que sirve, entre otras cosas, para ocultar. Odiseo ante todo es astuto. Es sabido que a esta diosa sabia y estratega se le considera como virgen, "nadie" puede tener acceso a ella. Curiosamente hay un pasaje en el que Odiseo se pone el sobrenombre de "nadie" para lesionar al único ojo de Polifemo, por eso cuando el cíclope herido gritaba "nadie me ha herido", los otros cíclopes piensan que bromea y no lo auxilian. Por tanto, los encuentros de Odiseo con Atenea (con su propia astucia) no son sino los momentos en que Odiseo planea como "derrotar"al enemigo o tomar venganza, tal como en el incidente del Cíclope, o de los pretendientes de Penélope.

En Homero hay una sugerencia trágica, el asesinato del padre y el casamiento con la madre. Hay versiones que afirman que Odiseo debido a una profecía sobre que su hijo era peligroso para él, le desterró de Ítaca. Esta pequeña seña fue bien captada por el trágico Sófocles quien, tres siglos después de que fuera producido el poema épico, expone abiertamente esa monstruosidad humana en su "Edipo Rey", aunque la atenúa con la idea de que es el destino, mandato de los dioses que no está sujeto a la voluntad humana.

La vida del héroe no está en la tierra, en la tierra está lo terrible, la vida. La vida del héroe es la muerte. Penélope espera eternamente al esposo y que se niega a entregarse a otro, es tejedora. Calipso teje la tela para la balsa en la cual Odiseo regresará a Ítaca, es tejedora. Leucótea, le da un manto a Odiseo para que cubra su desnudez. Nausica hace el traje de su futuro esposo. Las Moiras, diosas del destino son tejedoras, el hilo representa a la vida, dadoras de vida, de señales de fortuna o desventura y sobre todo de cortar, sin importar edad, riqueza o poder, la vida. Por tanto es evidente que la mujer representa a la vida, pero una vida terrible (para ellas) de espera y trabajo eterno. Ulises abandona a la vida ( Penélope) veinte años, pero jamás abandona su deseo de regresar a ella, y una vez que regresa le dice que antes de terminar su vida en una tranquila vejez tendrá que hacer otro viaje, (¿otros 20 años? ). El viaje por supuesto es a la muerte, ¿y qué hay en la muerte? Monstruos femeninos con cualidades encantadoras: Circe, las Sirenas, escila y Caribdis, Calipso, Leucotea y Nausica. Ahora bien, hay una frase de Nietzsche que "los poetas mienten", ¿será Odiseo, más que un héroe, un poeta?

La sociedad de la antigua griega tenía diferencias sociales muy marcadas. El esclavismo imperaba. Los amos imperaban sobre los esclavos y los hombres sobre las mujeres. El ocultamiento de las perversidades era pues cualidad de los varones. Por otro lado la comunidad másculina era un grupo cerrado y se protegía de agentes externos. Cuando Telémaco pregunta a Néstor sobre su padre, el rey "no puede darle ninguna información." Telémaco, que es joven (recordemos las cuestiones del tabú y los ritos de paso) aún no da el paso a hombre, he ahí quizás la desconfianza de Néstor.

Dice Freud: "El hombre que viola un tabú se vuelve él mísmo tabú porque da el mal ejemplo a los demás, por eso deben evitarlo." El tabú es una prohibición antiquísima impuesta desde afuera por alguna autoridad, y dirigida hacia las más intensas apetencias del hombre. Alguien pone los tabúes, alguien pone los mitos, alguien pone los ritos, y ese alguien es el mismo que está a la cabeza, el lider en el mundo "kafkiano". Con mi afirmación, estoy traicionando a una tradición, a una moral en el que la mujer o representaba la maldad, el ocultamiento la salvación y el tabú lo sano. Pensemos en Edipo, la esfinge que tiene cualidades femeninas. También seducía a los hombres con sus cantos, copulaba con ellos, (recordemos que en la tragedia de Sófocles era llamada "la perra cantora") luego les planteaba un enigma, y al no resolverlo con sus garras los asfixiaba. La situación del tabú roza con lo sagrado, la familia y el estado. El castigo o la recompensa para quien infringe el tabú es la muerte o la soberanía, la nada o la cosa "real", aunque finalmente todo lo dicho aquí quizás forme parte de otra tradición: la tradición de la traición.

Apéndice

Métodos "ocultos"de salvación odiseana.
Contra circes: "es una bruja, me entoloachó."
Contra sirenas: Haz como si no escucharas y encadénate el "mástil de tu barco".
Contra calipsos: "¡Ay de mí! tengo que llegar a mí hogar."
Contra caribdis: "¡Ella me echó los perros!"
Contra escilas: "Me succionó, pero me salvé aferrándome al mástil"
Contra leucóteas: "!Nomás me obsequió la manta! "
Contra nausicas: "Ella me salvó la vida"